martes, 14 de marzo de 2023

El zorzal alirrojo

Durante los grises y desapacibles días que hemos tenido a finales de febrero, se ha podido ver por la ribera del Tormes. en la villa de Alba, una gran cantidad de zorzales comunes que venían en compañía de por lo menos tres ejemplares de una especie afín y no tan fácil de ver: el zorzal alirrojo. 


Zorzal común.


Zorzal alirrojo.

Los zorzales alirrojos son gregarios, así que suelen moverse en grupos numerosos durante el inverno y pueden llegar aquí de forma masiva y empujados por olas de frío que les imposibilitan encontrar alimento en zonas tan lejanas como Escandinavia o Islandia. Alcanzan sus zonas de invernada agotados y hambrientos, tras volar varios miles de kilómetros siempre de noche y descansando de día y sólo si encuentran bosques cerrados y seguros. Su desgaste físico es tal que llegan al límite de sus fuerzas.

Ave del año 2023 - El aguilucho cenizo

 

Rapaces diurnas cercanas II

Otras de las rapaces que podemos ver con cierta facilidad en nuestro entorno de Peñaranda de Bracamonte son los aguiluchos. Concretamente tres especies: cenizo, pálido y lagunero. Las tres comparten el problema de su anidamiento sobre el terreno, lo que las hace vulnerables a los incendios del pasto o de los campos y a las cosechadoras, sobre todo ahora que la cosecha se hace cada vez más pronto, no dando tiempo a que los pollos de estas especies sean capaces de volar y así librarse de las cuchillas de la máquina. Estas aves presentan un gran dimorfismo entre el macho y la hembra, siendo la hembra de colores pardos para poder pasar desapercibida entre el cereal o el carrizo cuando está incubando los huevos. 


El aguilucho cenizo (Circus Pigargus) nos visita cada primavera tras atravesar el desierto del Sáhara  y con  el objetivo de criar en nuestros campos de cereal. Es grandísimo aliado a la hora de combatir las plagas de topillos, así que los agricultores deberían ser los primeros en velar por el bienestar de estas aves en sus parecelas.


El aguilucho pálido (Circus Cianeus)  es residente en la Península Ibérica aunque muchos ejemplares vienen del Norte para criar aquí de la misma manera que el aguilucho cenizo, costumbre que pone en peligro a ambas especies, dadas las modernas técnicas agrícolas. 


El aguilucho lagunero occidental (Circus aeruginosus) también es residente y cría entre los carrizos de los humedales que patrulla constantemente en busca de alimento, huevos y pollos de aves acuáticas, que cuando están heridas o enfermas no pueden defenderse y son capturadas y muertas por él.


Otra especie de rapaz que podemos ver por nuestra tierra en época estival es el águila calzada (Hieraatus pennatus), gran cazadora, ya que, a pesar de su pequeño tamaño, bien puede con un conejo o una gallina. 



Águila calzada, cuyo hábitat son las áeras forestales o por lo menos parcialmente arboladas. 

El elanio común (Elanus caeruleus) es una rapaz que podemos tener la suerte de observar en época estival en los alrededores de nuestra ciudad, rodeada de cultivos de cereal con arbolado disperso, el entorno por el que se mueve esta hermosa ave con ojos de color rojo intenso.


Elanio común, un individuo de esta especie de ha llegado a ver durante todo el año en el entorno de las lagunas de El Oso (Ávila). 

martes, 7 de marzo de 2023

Rapaces diurnas cercanas I

La ciudad de Peñaranda de Bracamonte pertenece a la Red de Municipios por el Águila Imperial Ibérica, ya que a pocos kilómetros de la misma cría cada primavera esta magnífica especie, que distinguiremos muy bien por su gran tamaño y por el color blanco en sus hombros.



Adultos de águila imperial ibérica


Ejemplar joven de águila imperial ibérica.

Pero queremos hablar aquí también de otras aves rapaces diurnas que podemos encontrarnos en nuestro entorno, y vamos a comenzar por esa que solemos ver todo el año posada en las señales, indicadores y vallas junto a la autovía: el busardo ratonero. 



Busardo ratonero.

También podemos ver todo el año los milanos, en época estival el milano negro y en otoño-invierno el milano real, ambos reconocibles por su cola de bacalao, aunque el segundo la suele tener más ahorquillada.


Milano real. Fotografía de Carmen Pérez.


Milano real. Fotografía de Antonio Puig. http://antoniopuigg.blogspot.com/


Milano negro. Fotografía de Antonio Puig. http://antoniopuigg.blogspot.com/

Una rapaz cada día más cercana es el cernícalo, con dos especies, el cernícalo vulgar y el cernícalo primilla, a los que vemos cernirse habitualmente en el tramo de carretera que nos lleva del Monte Arauzo a Peñaranda. 


Cernícalo vulgar. Fotografía de Carmen Pérez.


Cernícalo primilla. Fotografía de Carmen Pérez.


Cernícalo vulgar. Fotografía de Antonio Puig. http://antoniopuigg.blogspot.com/

En época estival podemos ver, normalmente volando muy alto, el águila culebrera, que vista por debajo parece una tarta Comtessa.




Águila culebrera.

lunes, 6 de febrero de 2023

La chovas piquirrojas del convento salmantino de las Claras

En el convento salmantino de las Claras se puede observar, a la altura de los ojos, gracias a unas pasarelas instaladas con este propósito, un precioso artesonado mudéjar. Esta maravilla permaneció oculta durante siglos entre la bóveda y el tejado de una iglesia barroca construida sobre el anterior templo, que había sufrido un incendio. Entre las figuras representadas hay leones, castillos, quimeras y dragones, pero sobre todo destacan unas aves con plumaje negro y pico y patas rojas, córvidos que no se pueden ver en los campos de Salamanca y que tampoco se suelen encontrar representados en ningún otro edificio civil o religioso, habiendo sido el biólogo salmantino Raúl de Tapia Martín (Raúl Alcanduerca) el primero que advirtió de su presencia por medio de una entrada en su cuenta de  Facebook, que comenzaba con la pregunta "¿Un ornitólogo en el siglo XIV?".

https://www.facebook.com/profile/100002091889885/search/?q=chova%20piquirroja







Se trata, sin duda, de chovas piquirrojas (Pyrrhocorax pyrrhocorax), aves habitantes de los tajos fluviales, de las escarpadas paredes altimontanas, de los roquedos serranos, de los acantilados costeros y, en general, de los más abruptos y ásperos parajes. 


Chova piquirroja. Ilustración de Nacho Sevilla. 


Chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax)

Así las cosas, la pregunta que surge al ver estas aves allí representadas  es: ¿qué hacen unas chovas piquirrojas en un artesonado mudéjar del siglo XIII? Para mí la respuesta es que no se trata de una casualidad que estas aves se encuentren a tiro de piedra de la iglesia románica de santo Tomás Cantuariense, santo inglés antes conocido como Thomas Becket, arzobispo de Canterbury, al que en el siglo XIII se le atribuyó un escudo de armas con un campo de plata y tres chovas piquirrojas, blasón que se incorporó en el siglo XIV al escudo de la ciudad de Canterbury y que todavía luce actualmente. 


Escudo de armas del arzobispo Thomas Becket.


Escudo de la ciudad inglesa de Canterbury. 




Iglesia de santo Tomás Cantuariense en Salamanca.

Y, ¿por qué al arzobispo se le atribuyó un escudo de armas con tres chovas piquirrojas? La leyenda nos cuenta que un cuervo entró en la catedral de Canterbury el 29 de diciembre de 1170 y descendió sobre el cuerpo sin vida de Thomas Becket, que acababa de ser asesinado por cuatro caballeros al servicio del rey Enrique II de Inglaterra, que por entonces tenía grandes desavenenecias políticas con el prelado. Caminando el ave por encima del charco formado por la sangre que brotaba del cadáver, sus pico y sus patas se tiñeron de rojo, convirtiéndose así milagrosamente el cuervo en chova piquirroja.

La iglesia de santo Tomás Cantuariense se fundó en 1175 y su construcción se sufragó con los fondos aportados por unos hermanos ingleses de nombre Ricardo y Randulfo, que trabajaban como maestres en la escuela catedralicia de Salamanca. Esta iglesia fue de las primeras que se dedicó al santo inglés de Canterbury, apenas dos años después de su canonización en 1173 y a los cinco años de su fallecimiento por martirio. Es de suponer que cuando se construyó la iglesia del convento de las Claras, unos sesenta años después, se hizo teniendo en cuenta la advocación de este otro templo del barrio de repobladores portogaleses, y éste fue el modo como las chovas piquirrojas terminaron representadas en el artesonado mudéjar.


El asesinato de Thomas Becket en la catedral de Canterbury.

Y hay mucho más que contar sobre esta apasionante historia, pero eso lo haremos en otro capítulo. 

martes, 24 de enero de 2023

Las gaviotas en Salamanca

Cuando llegan los meses invernales miles de gaviotas reidoras (Chroicocephalus ridibundus) y sombrías (Larus fuscus) remontan el Duero y luego el Tormes para instalarse en la provincia de Salamanca, donde es más fácil encontrar alimento que en la costa, sobre todo gracias al Centro de Tratamiento de Residuos de Gomecello. Ambas especies pernoctan principalmente en el Azud de Ríolobos y el pantano de Sta. Teresa, donde se han censado unos 7.000 ejemplares entre la dos especies en este invierno de 2023. 


Gaviotas sombrías 


Gaviota reidora y sombría.


Gaviota sombría. 


Gaviota sombría. 





Gaviota reidora con la capucha color chocolate típica de la época estival


Gaviota reidora.


Gaviota reidora.


Gaviota sombría


Gaviota sombría

Fotografías cortesía de Carmen Pérez (Facebook)