Seguimos explorando el entorno del CEPA "El Inestal" y esta vez nos topamos con el Mucilago crustacea, un ser vivo unicelular a medio camino entre las amebas y los hongos. Verlo es como ver en directo el origen de la vida en tierra firme.
Cuando las esporas de esta criatura germinan, se producen células libres flageladas o ameboides, dependiendo de una mayor o menor sequedad ambiental, que se acaban fusionando para originar un zigoto; éste comienza a sufrir divisiones nucleares, originando una gran masa plurinuclear de color amarillo limón, blanco o crema, que repta por el sustrato a medida que continúa su crecimiento, pudiendo ascender por ramas o hierbas para alimentarse de bacterias y esporas.
Agradezco a Raúl de Tapia la identificación.
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